jueves, 28 de agosto de 2008

Puerta 16 Presente

Hoy dia 28 de agosto se cumple una año desde que Antonio Puerta nos dejaba para siempre.

Hoy hace un año que la noticia del fallecimiento de Antonio conmocionaba a todos los estamentos del fútbol mundial, pues las imágenes de su desfallecimiento en el mismo terreno de juego habían dado la vuelta al mundo entero impactando a quiénes las presenciaron. Hoy hace un año que una ciudad entera lloraba la muerte de un chaval sencillo y a la vez también ídolo de masas, símbolo del nuevo Sevilla poderoso que empezó a forjarse a raíz de un gol anotado con su zurda de diamantes.
Y la verdad es que no hay un solo día que el sevillismo no lo haya recordado. Dolorosos fueron los días que transcurrieron entre el 25 de agosto, cuando se desvaneció en el transcurso del partido inaugural de la Liga 07/08, dolorosa la llegada de la noticia a Atenas, donde el equipo velaba armas para jugar el partido vital para la clasificación para la Liga de Campeones, y doloroso ese ritmo infernal de partidos que nos impidió a los sevillistas llorar como hubiéramos querido a nuestro jugador.
Pero hoy Antonio está más vivo que nunca en nuestra memoria. Ese minuto 16 de los partidos se ha convertido en un momento mágico en que sentimos que Puerta está con nosotros. Por eso hoy queremos recordar a Antonio como algo nuestro, que podemos sentirlo, que es uno más de nuestra familia.
Lejos queda su debut ante el Málaga en la 03/04 con el 27 a la espalda de la mano de Joaquín Caparrós. Lejos también se antoja su primer gol en Liga, en Los Pajaritos, con taimada actitud, aprovechándose de un error del meta local. Después llegó aquel mítico jueves de Feria, para luego continuar haciendo historia participando en el mejor Sevilla de todos los tiempos con su fino estilo, siempre lleno de alardes, más que digno representante de la clásica escuela sevillana.
Antonio Puerta aspira a ser eterno en el imaginario colectivo sevillista. Su alegre juventud, sus sonrisas, sus subidas por el carril izquierdo, sus fintas imposibles... Nadie nunca jamás podrá olvidar aquel infame día en el que su corazón dejó de latir. Ahora sólo quedan recuerdos. Pero los recuerdos pueden tumbar a las realidades, sobre todo cuando son tan consistentes. Y en su memoria camina este Sevilla actual, con la plena certeza de que todo se hará en el nombre del hijo, de aquel que se marchó, pero que sigue ahí, ausente pero presente, muy presente. Puerta siempre. fuente: web oficial

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