El Sevilla se adelantó gracias a una gran jugada de equipo culminada por Capel. Fué mejor y en la segunda tuvo un buen manojo de contras para sentenciar. Sin embargo, le faltó contundencia y acabó pagándolo con el empate de Xavi. Keita vio después la segunda amarilla y hubo que aguantar con diez el tramo final.
La misericordia no está hecha para el fútbol y menos cuando en frente tienes a un grande con mala espina que no va a vacilar un instante a la hora de clavártela por la espalda. El Sevilla tras una magnífica primera parte se fue al descanso con 1-0 y en la reanudación pudo pintarle la cara al Barça. Sin embargo las múltiples contras se desperdiciaban y a quince del final Iniesta se colaba hasta la cocina para poner unas injustas tablsa en el marcador. Acto seguido Keita veía la segunda amarrilla y se cerraron filas para al menos aguantar el empate.
Fuente: www.sevillafc.es
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